CAMPAÑA 15 DE MARZO DE 2012
Si hay una característica que destaca a la “modernidad”, es la omnipresencia de la tecnología. En este caso específico, no hablaremos de cuestiones relacionadas a la “mass media” y sus manejos sino, en cambio, nos referiremos a una constante búsqueda del hombre: la de encontrar elementos que hagan su vida más confortante y placentera.
En muchas ocasiones, este singular afán obliga al individuo a firmar un hipotético contrato del cual desconoce ciertas pautas: el sujeto, mejor dicho “todos nosotros”, podremos gozar de una supuesta vida más sencilla pero, a cambio, tendremos que estar preparados para negociar algo. Nuestra salud, por ejemplo.
El uso del ordenador puede derivarnos en un peligroso caso de sedentarismo; el uso del móvil puede aumentar nuestros niveles de estrés y el uso de un MP3 puede traernos consecuencias auditivas. Un claro ejemplo de los injustos términos del “contrato”.
Vivimos en un mundo materialista. Cada día más, las “cosas” y cuando digo “cosas” me refiero a toda esa sarta de elementos facilitadores, que día a día aparecen en el mercado, cobran más valor. Se posicionan en espacios cada vez más familiares e indispensables. Si bien antes, en un pasado no tan lejano, el jugar requería que los niños salieran al patio, estiraran sus músculos, usaran su imaginación, ahora la dinámica de la diversión ronda alrededor de algún elemento tecnológico, muy lejos de la intervención activa de la inteligencia de nuestros chicos. Sufrimos de obesidad infantil y de niños aburridos. La televisión ya no es una caja sorprendente y los padres, no pueden solucionar con un par de crayones el tedio de sus hijos…. Sin embargo y aceptando que no podemos cambiar el progresismo de este planeta, lo que sí podemos es resistirnos a la facilidad que encierra el que todo lo haga la “cosa” y no nosotros. No por necedad, sino por ganar la lucha contra la deshumanización del ser humano que día a día se vuelve un objeto manejado por sus inventos.
La ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) de Carolina del Norte ha sacado este documento a la luz pública a través de la FOIA (Ley por la Libertad de la Información), que otorga a todos los miembros de los Estados Unidos el derecho de acceso a la información federal del Gobierno.
"La gente que se molesta porque Facebook almacena toda su información, debe estar realmente preocupada porque desde su teléfono móvil sí que se hace un seguimiento exhaustivo de todo lo que hace”, señala Catherine Crump, abogada y miembro de la ACLU. "El Gobierno tiene esta información porque quiere participar de la vigilancia", asegura Crump.
La mayor diferencia en la retención de datos incluye el conocido cell-site data, esto es, la información que detalla el historial de un teléfono móvil a través de sus conexiones con las torres de telefonía. El lanzamiento del documento se produce dos meses antes de que el Tribunal Supremo se pronuncie acerca de una práctica realizada por el Gobierno, que consiste en la utilización de los dispositivos GPS para controlar todos los movimientos de un sospechoso, sin tener una orden judicial.